Durante la crisis COVID que asoló al país, muchos negocios y empresas encontraron un reto sin precedentes. No solo por la tendencia al desempleo y las bajas en ventas, sino también el riesgo de contagio que amenazó la salud de muchos. Eso implicó que estrategias creativas y novedosas eran necesarias para poder sobrevivir comercialmente. Y el escenario automotriz no fue la excepción, donde se merece resaltar el ejemplo de GALMACK S.A. que pudo romper las tendencias que los indicadores económicos empezaban a manifestar en el resto de empresas.

Y sin dudarlo, incluso al nivel de aparecer cómo noticia en los medios de comunicación más conocidos, una baja de precios de los vehículos, despuntó a la empresa cómo un ejemplo de concesionario que todos comenzaron a replicar. El objetivo primordial siempre fue que las personas una vez que los efectos de la pandemia se equilibraran, era que los ecuatorianos puedan tener una fuente de ingreso utilizando sabiamente sus ahorros. Y qué mejor que invertir en un vehículo que tiene características para ser una fuente de trabajo.

Es por ello que los vehículos homologados de Galmack S.A. se colocaron a precio de fábrica, siendo los modelos más vendidos Landwind X2, homologado para taxi, y Carrying plus, homologado para carga liviana. De entre los cuales Landwind X2 se llevó la corona, alcanzando el excedente de más de 200 unidades vendidas a nivel nacional. La gente se enamoró de las características del SUV todo terreno, ya que ofrece 10 años de garantía y lo mejor, es un auto que viene full equipo, con características gama alta que cualquier persona desearía conducir.